martes, 14 de agosto de 2012

Dedicado a los... ¿sanadores del alma?

Todo individuo contiene en si tres elementos que conforman el Ser: Id, Ego y SuperYo.
En el Id (o Ello) se asientan los instintos básicos que perduran a lo largo de todas las generaciones, y que comprenden supervivencia, conservación y procreación.
Estas características, per se, toman la forma de violencia, dominio, sexo en su estado más primario.
El SuperYo es el ideal moral y espiritual al que aspiramos. Inalcanzable por su propia naturaleza.
A mi juicio, el Ego es el interlocutor que media entre un SuperYo inasequible pero que encauza lo deseable y un Ello que debe ser controlado y adecuadamente encaminado. Es, básicamente, el responsable de la supervivencia, de la idea en sí, de la creación y de la adaptación.
Según los estudios realizados sobre pacientes afectos de esquizofrenia, todos concluyen en la común existencia de un grave deterioro de una o varias de las funciones básicas del Yo. No hay, según lo que he podido leer en estos estudios, en lo que he podido averiguar al respecto, ningún esquizofrénico que no tenga perturbada cuando menos una, y generalmente varias, funciones básicas del Ego.
Creo que lo pernicioso que puede existir en el Ego son las adherencias que suelen ir creándose en él, como una adaptación inadecuada por factores externos influyentes, una visión deformada a causa de sucesos traumáticos o sentimientos de culpa y similares, o cualquier otro factor que altere el normal funcionamiento del Ego.
Existe sin embargo, entre individuos adoctrinados y escasamente inteligentes, una tendencia anti-Ego que puede resultar peligrosa por cuanto no contempla el papel funcional fundamental que desempeña el Ego en el crecimiento y la supervivencia del individuo, así como su contacto con la realidad. El peligro de estos individuos es que, a su vez, adoctrinan a mentes tiernas o de baja capacidad filtrante, con los consiguientes daños que pueden ocasionar a esas mentes.
Según la mayoría de los estudiosos del comportamiento del Ego, existen una serie de funciónes básicas yoicas -esta relación no es mía, no llego a tanto- que expongo a continuación. Espero que los ¿sanadores del alma? la lean con objetividad, y no cometan la criminal imprudencia de adoctrinar a quienes les rodean en una visión parcial que sólo se corresponde con el misticismo budista y que implica muchas más cosas en las que no voy a entrar aquí, pero que, en el entorno en que se desenvuelven sus víctimas, no resultan viables.

Funciones básicas del Ego: contacto con la realidad; juicio crítico; sentido de la realidad del mundo y del sí mismo; regulación y control de pulsiones, afectos e impulsos; relaciones objetales; procesos cognitivos; regresión adaptativa; mecanismos de defensa; filtro de estímulos; funcionamiento sintético-integrativo; funcionamiento autónomo y competencia y dominio.

Leopold Bellack et al. (y otros) enumeran y profundizan en las funciones básicas yoicas:
1. Contacto con la realidad. Sus factores componentes son:
A) Capacidad de distinción entre estímulos internos y externos.
B) Grado de exactitud en la percepción de los acontecimientos externos (incluyendo orientación temporoespacial).
C) Grado de exactitud en la percepción de los acontecimientos internos (mentalidad psicológica, capacidad de introspección y reflexión sobre la realidad interior).
2. Juicio crítico. Sus factores componentes son:
A) Anticipación de las posibles consecuencias de un hecho (previsión de peligros probables, problemas legales, censura social, desaprobación, inadecuación, daño físico).
B) Manifestación de esta anticipación en el comportamiento (grado en el cual la conducta manifiesta refleja la conciencia de las probables consecuencias. También grado de repetición de conductas que expresan juicios erróneos).
C) Reacción emocional apropiada a esta anticipación (adecuación de la conducta al contexto social dependiendo del grado de sintonía emocional con los aspectos importantes de la realidad externa).
3. Sentido de la realidad del mundo y del sí mismo.
Sus factores componentes son:
A) Grado de realización (grado en el cual los acontecimientos externos son experimentados como reales e incluidos en un contexto de familiaridad).
B) Grado de personalización (grado en el cual el cuerpo, o parte de él, y su funcionamiento, así como su conducta, son experimentados con familiaridad, comodidad y como pertenecientes o emanantes del sujeto).
C) Identidad y autoestima (grado en el cual el sujeto ha desarrollado individualidad, sentido de ser único, sentido de sí mismo, imagen corporal estable y autoestima).
D) Claridad de límites entre el sí mismo y el mundo externo (grado de delimitación de la frontera entre el sí mismo y el mundo externo).
4. Regulación y control de pulsiones, afectos e impulsos. Sus factores componentes son:
A) Grado de expresión directa del impulso (desde el "acting out" primitivo y psicopático hasta formas relativamente indirectas de expresión conductual, pasando por la actividad de carácter impulsivo y el "acting out" neurótico).
B) Efectividad de los mecanismos de control y demora (grado de tolerancia a la frustración, y el grado en el cual los derivados pulsionales son canalizados a través de la ideación, expresión afectiva, y conducta manifiesta).
5. Relaciones objetales o interpersonales. Sus factores componentes son:
A) Grado y calidad de las relaciones con los demás (teniendo en cuenta narcisismo, simbiosis, separación-individuación, tendencia al retraimiento, egocentrismo, elección narcisista de objetos, o grado de mutualidad, reciprocidad, empatía y facilidad de comunicación. Grado de intimidad-distanciamiento y grado de flexibilidad y elección en el mantenimiento de las relaciones objetales).
B) Primitividad-madurez de las relaciones objetales (grado de adaptación en el que las relaciones presentes se encuentran influenciadas o estructuradas por relaciones anteriores).
C) Grado en el cual el individuo percibe y responde a los demás como entidades independientes más que como extensiones de sí mismo.
D) Grado en el cual el sujeto puede mantener una constancia objeta) (por ejemplo, soportar tanto la ausencia física del objeto como la frustración o ansiedad relacionados con la misma).
6. Procesos cognitivos. Sus factores componentes son:
A) Grado de adaptación en memoria, concentración y atención.
B) Capacidad de conceptualización (grado en el cual el pensamiento abstracto y concreto son apropiados a la situación).
C) Grado en el cual lenguaje y comunicación reflejan procesos da pensamiento primarios o secundarios.
7. Regresión adaptativa. Sus factores componentes son:
A) Grado de relajación de las agudezas perceptiva y conceptual con el aumento correspondiente de la capacidad de darse cuenta de contenidos preconscientes e inconscientes, y grado en el cual estas regresiones desorganizan la adaptación o son incontroladas (primera fase del proceso oscilante).
B) Grado de uso controlado del proceso primario del pensamiento en la inducción de nuevas configuraciones.
Grado de aumento en el potencial adaptativo como resultado de integraciones creativas
producidas, controladas y utilizadas desde el proceso secundario (segunda fase del proceso oscilante).
8. Mecanismos de defensa. Sus factores componentes son:
A) Grado en el cual los mecanismos de defensa, defensas de carácter y otros funcionamientos defensivos afectan de forma maladaptativa a la ideación, conducta y el nivel adaptativo de otras funciones del Yo.
B) Grado en el cual las defensas tienen éxito o fracasan (por ejemplo, grado de emergencia de la ansiedad, depresión u otros afectos disfóricos).
9. Filtro de estímulos. Sus factores componentes son:
A) Dintel, sensibilidad y registro de estímulos internos y externos en las distintas modalidades sensoriales (corresponde a la función receptiva).
B) Grado de adaptación, organización e integración de respuestas a los distintos niveles de estimulación sensorial. Eficacia de los mecanismos de adaptación en relación con el grado de estimulación sensorial observado en conducta motora, respuesta afectiva y cognición).
10. Funcionamiento sintético-integrativo. Sus factores componentes son:
A) Grado de reconciliación o integración de actitudes, valores, afectos, conducta y autorrepresentaciones de sí mismo discrepantes o potencialmente contradictorias.
B) Grado de relación activa o integración entre acontecimientos intrapsíquicos y conductuales (estos acontecimientos pueden o no estar relacionados con conflictos, y no están necesariamente limitados a la conducta).
11. Funcionamiento autónomo. Sus factores componentes son:
A) Grado de funcionamiento de los mecanismo primarios de autonomía (atención, concentración, memoria, aprendizaje, perfección, función motora e intención).
B) Grado de funcionamiento de los mecanismos secundarios de autonomía (perturbaciones en pautas de hábitos, habilidades complejas aprendidas, rutinas de trabajo, hobbies e intereses).
12. Competencia y dominio. Sus factores componentes son:
A) Grado en el cual el sujeto utiliza su capacidad de interacción y su control, dominio activo y causalidad sobre su medio ambiente.
B) Sentimiento subjetivo de competencia y control del ambiente (incluye las expectativas de éxito del individuo y de como se desenvuelve. El sentído de competencia se valora tal cual el sujeto lo refiere).
C) Grado de discrepancia entre la competencia real objetiva y la sensación subjetiva de competencia.

Vosotros, queridos "sanadores del alma", que no tenéis ni zorra de lo que estáis haciendo... ¿por qué no os sanáis primero a vosotros mismos y dejáis en paz a los demás? Por desgracia, os conozco a muchos, conozco vuestra vida dañina, histérica, inestable, mal adaptada... conozco vuestras tendencias esquizofrénicas... ¡Permaneced ya calladitos de una puta vez!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Si están tan en contra del ego que empiecen por callar el suyo que no cesa de cacarear su autocomplacencia.

Por contrapunto.

Anónimo dijo...

Los "sanadores del alma", solo son son unos farsantes con unas ansias enormes de ser aceptados por el prójimo. Ademas crean su propia teoría para justificar sus míseras vidas (Aquí entran también los "Universos".) Son, como bien dices, extremadamente dañinos. Yo confieso que los odio de una forma vergonzante. Muy bién el artículo.