jueves, 24 de febrero de 2011

Lo que cuesta querer

Ayer leí un artículo periodístico, y hasta hoy no he podido elevar mi quijada, especialmente por aquello de las moscas que suelen entrar, ni desengarfiar mis dedos para que la suavidad imperase sobre el teclado. Lo resumo:
Una señora decide separarse. Y acude al juzgado de violencia contra la mujer para ello. Con el testimonio de sus dos "hermanas" y ningún otro, ni pruebas, ni denuncias previas, acusa al marido de maltrato. La jueza -que era jueza, faltaría más...- decide que es suficiente y dictamina el alejamiento del marido y la terminante prohibición de ponerse en contacto con la mujer por ningún medio, basándose en que "en caso de ausencia de certezas, tiene la potestad de creer lo que le de la gana y dictar sentencia según le salga del chochete o del pijo, según el caso", casi literalmente enunciado así por la ley. El marido, desde ahora y, presumiendo su inocencia hasta que no se demuestre lo contrario, víctima de esta ley degenerada que pende sobre nuestras cabezas, baja a la cabina que tiene al lado de su nuevo domicilio y llama al móvil de su mujer. Las palabras, textuales, fueron: "Te quiero, te quiero, escúchame, te quiero". La mujer, según ella dice, se encontraba en casa de su madre y colgó después de gritarle "No puedes llamarme. Déjame". Os dejo ahora un minuto o dos para que calibréis la situación... ¿ya?... bueno, pues al marido le han caído "seis hermosos meses seis" de cárcel, a dos meses por cada "te quiero". Declaraciones de testigos afirman, por un lado, que en ese momento el marido estaba viendo un partido de fútbol con unos amigos y, por otro, el padrino que fue de la boda, que la antedicha mujer llevaba más de diez años sin hablarse con su madre.
Puestos a valorar el resultado habido, yo habría preferido llamarle zorra e hija de la gran puta hasta que me picase la garganta. Por lo menos me habría ido a la cárcel más a gusto. Eso si, el marido debe darse cuenta de que, por mucho que pueda quererla según mantienen que le dijo, su mujer debe estar hecha de la mismísima piel de Barrabás y mejor lejos que cerca. Que no la llame más. No merece que se pase por ella ni un día de calabozo. Pero lo peor de todo esto, lo que verdaderamente me indigna hasta sacar de mi los peores instintos asesinos, hasta ser capaz de visualizar hachas de doble filo incrustadas por ambos filos al tiempo en cráneos de seres rastreros, es pensar que lo único que hace esa mujer es aprovechar toda la parcialidad de la ley, toda la estupidez de la ley, toda la degeneración de la ley y de quienes la practican.

domingo, 20 de febrero de 2011

Caras

Allá donde se juntan 6 personas, existen cuando menos 12 caras distintas.

sábado, 19 de febrero de 2011

Lahipo Kresía

Antes de que comiencen a discutir estos dos pobres ilusos que piensan vivir para siempre, tontos inconscientes de que la muerte está al volver la esquina, quiero aclarar que nada, absolutamente nada, es inventado. Todo lo que se dice es absolutamente literal. Cualquier parecido con la ficción es puramente casual.

-¿Que hemos quedado con Javier?
-Si, ¿por qué?
-Porque a mi no me apetece, la verdad...
-Pero si es mi hermano... yo voy a ver a tus padres y no me quejo.
-Ya, pero no es lo mismo.
-¿Cómo que no es lo mismo?
-Tu hermano es un cabrón.
-¿Mi hermano? Me parece que no le conoces.
-Pero si no tienes más que ver cómo trata a la pobre Verónica... Es un hijo de puta.
-Te repito que no le conoces. Javier trata de cubrirse con una coraza, pero en el fondo es un alma bendita.
-Pues lo siento, pero a esa alma bendita no la puedo ni ver.
-Por favor, Marisa, haz un esfuerzo, que es mi hermano...
-Es el cabrón de tu hermano, si, y no me digas que me esfuerce porque se me revuelve el estómago cada vez que lo veo. Es como "el Paquico"... otro que tal baila. Está loco.
-¿Paco?
-Si, si... Paco... no lo viste tú cuando empezó a romper cosas porque el padre de Carmen se empeñó en ayudarle a arreglar las losas de la cocina...
-Mujer, un arrebato lo tiene cualquiera, eso no quiere decir nada...
-¿Que no quiere decir?... Mi madre estaba allí, y salimos asustadas. Tiene que ir a un psiquiatra con urgencia. Está como una puta cabra. Hasta los ojos de loco se le pusieron. ¡Pobre Carmen, lo que tiene que aguantar con ese loco a su lado!
-Creo que te estás pasando mucho. A lo mejor quería hacerlo a su manera y simplemente le sentó mal que su suegro se metiera de por medio...
-Que no, que no, que te digo que está loco, pero loco de ir a un manicomio... Ese muchacho está completamente desequilibrado. Y encima se va a tomar la única Coca Cola que me queda en el frigo, ya verás...
-Mira, vamos a dejar esto porque no lo llevo bien. Estás hablando de mi hermano y de mi amigo.
-Pues hijo, vaya compañías te buscas...
-Las que yo quiero. Son mi hermano y mi amigo, y no se habla más. Haz el favor de respetarlo.


-¡¡¡ Hombreeeee... Paquicooooo... hermoso, más que hermoso... ven aquí que te de un par de besazos... oye, parece que has adelgazado, estás guapísimo... ¡pero cuánto te quiero, mi Paquico!... No lo sabes tú bien... ¡Anda!... pero si está también mi "cuñaíco favorito"... ¡¡¡¡ Ven aquí Javierito, que te voy a dar un achuchón !!!! Es que hay que ver lo que os puedo querer... Paquico, precioso, te he comprado una Coca Cola... ¿te apetece?... venga, hombre... que la tengo para ti... Javi, cuñao, ¿te hago un masajito?... vamos, guapísimo, que sé que te gustan y te relajan mucho la espalda... Siéntate aquí que estarás cómodo y quítate la camisa... (y no le pido que se quite los pantalones porque está delante mi marido... con lo que me ponen a mi los cabrones)

Y yo me pregunto... ¿cómo lo harán?

viernes, 18 de febrero de 2011

Solución

-Ach, Mein Gott... der grossen munden estarrr jodiden... deberrr celebrrrar conferrencia en la cumbrre lo antes posiblen. Ser crrucial parra estabilidaten económica...
-Santa Madonna, io estare di acuerdo. Sei importantíiiiisimo una reunione o due per soluzzionare la forte crisis mondiale que andiamo sufriendo... Non poder seguire cosí.
-Sacre bleu, quesque nus haceg. Reunignos inmediatamont paga encontrag solución al pgoblema. Poneg todo de nuestga pagte y segugo que hallag gggemedios tre bons...
-Oh, my God, we estar conformes, reunirnos this tarde en Bruxelles for estudiar a fondo esta question. It is urgente. Pero we tenemos que establecer primero guan orden del day...
-Señores (leve movimiento de cejas), no se preocupen Vds (sonrisa Joker). Mi gobierno, previsor como siempre, ya ha realizado un profundo estudio del orden del día y las prioridades a tratar (restablecimiento de una mirada directa y franca). Y hemos llegado a la conclusión de que lo primero que vamos a debatir, por imperativo de las circunstancias, va a ser el nombre (nuevo movimiento de cejas, esta vez más pronunciado) que asignaremos a esta situación tan delicada. Tenemos muy claro que no podremos hallar una solución (pausa mientras mira a su alrededor) si antes no damos con un nombre que designe esta aparente crisis (sonrisa Joker con hoyuelos pronunciadísimos) y por el cual podamos referirnos a ella en futuras cumbres europeas y mundiales. Así que digan a sus Tesorerías que vayan preparando sus dietas y comisiones porque tenemos para un par de años por lo menos (gestos de autosatisfacción y sonrisas incontenibles de autocomplacencia dirigidas a toda la concurrencia).

LA NOTICIA: Se celebra hoy una cumbre europea destinada a decidir el baremo que se va a utilizar para calificar los grados de pobreza o riqueza de la economía de cada nación... ¡Cosa más inútil!

jueves, 17 de febrero de 2011

Y una más...

Una puñalada más, de lástima infinita, hacia el que no ha sabido entender la entrada anterior y, escandalizado ante lo que no comprende, me escribe con sorna de alma bendecida por la inefable sabiduría. Te diré una cosa, y lo hago extensivo a tus almas gemelas: "La capacidad de escandalizarse es inversamente proporcional a la capacidad de pensar, sentir, tolerar y perdonar", by Bernard.

martes, 15 de febrero de 2011

Doce puñaladas

Doce puñaladas para los gobiernos.
Doce puñaladas para los banqueros.
Doce puñaladas para los que juzgan.
Doce puñaladas para los que acusan.
Doce puñaladas para los que tragan.
Doce puñaladas para los que callan.
Doce puñaladas para los que mienten.
Doce puñaladas para los que prohiben.
Doce puñaladas para los que huyen.
Doce puñaladas para los que rezan.
Doce puñaladas para los que fingen.
Doce puñaladas para los que abusan.

Doce puñaladas. Doce. Sobre la arena ensangrentada del circo en que vivimos. Bajo la luna triste.

Tropiezos

Es de Perogrullo decir que la vida la vamos creando nosotros. Nosotros le vamos dando forma y fondo, aunque últimamente hemos olvidado que existe el fondo y estamos muy centrados en la forma. Sin embargo, todavía queda esperanza... ¿o no? Si tenemos la magnífica facultad de ir creando la vida, ¿por qué la creamos tan mal? Y sobre todo, ¿por qué la dirigimos de manera tan desatinada?
Desde el principio recibimos una educación que está destinada a hacernos tropezar. Y nos dicen que tropezando se aprende. Una pobre justificación... ¿Qué es lo que se aprende?... A mirar con desconfianza a quien te tiende la mano, a recelar de todo el que te dice "te quiero", a mirar de reojo a quienes se acercan a ti... por si acaso... Eso es lo que se aprende en definitiva a base de tropezones. ¿Y es eso lo que queremos aprender? ¿No preferiríamos una vida colmada de armonía y serenidad? ¿Un aprendizaje más hermoso, más guiado por el amor?
¡Cuánta enfermedad se esconde tras la lógica de las mentes! Debiéramos olvidar tanta lógica, trampa que nos lleva a todas las ausencias, y permitir que el sentimiento actúe. ¡Evitemos los tropezones, absolutamente innecesarios y decididamente deformantes, e iniciemos de una vez el viaje hacia la paz interior!

martes, 8 de febrero de 2011

El queso

Hoy se celebra una reunión en la cumbre, de carácter internacional, en la que ratones de diferentes países van a debatir con el fin de limitar, e incluso prohibir, la fabricación de queso. Me ha resultado un poco sospechoso el asunto. Por poner un ejemplo, es como si los militares de Corea del Norte y Corea del Sur se reuniesen para hablar de la paz.