jueves, 24 de marzo de 2011

La cobardía

Está extendida. Se ha generalizado. Se ha convertido en una forma de vivir. Es la cobardía.
¿Por qué nadie es capaz, cuando ofrece una opinión contraria a lo que se afirma, de poner debajo su nombre?... Decir: soy yo. Y aquí estoy. Y digo esto y lo mantengo. Porque tengo estas razones.
¿Por qué cuando acusan, generalmente con mentiras, no tienen los cojones -o los ovarios- de poner ante tu cara su nombre?
Es muy fácil. Cuando alguien acusa o disiente de forma anónima, aportando la mala leche que mamó en su momento, no hace sino demostrar su cobardía. Como en las depuraciones pos-guerra. Estos son los mismos que, desde el anonimato, acusan a los vecinos de haber pertenecido y trabajado para el bando contrario, aunque sea mentira. Sin importarles que los fusilen. Sin darles la oportunidad de contar con una defensa. ¡Directos a ser depurados!... Y así ellos se quedan con los pisos que se han quedado vacíos... o cualquier otro beneficio que les pueda sobrevenir, a cambio de una vida... o satisfacen sus instintos de persona rencorosa, miserable.
Lo cierto es que, hoy en día, una gran parte de la humanidad actúa así. Pocos quedan capaces de dar la cara. Pocos restan que posean un ápice de valor. De hombría. De honestidad.
Lloro por ellos.

domingo, 20 de marzo de 2011

Formas

El amor siempre llega de forma clandestina y se marcha dando un portazo.

viernes, 11 de marzo de 2011

Ver o no ver

En el mundo actual, como en el anterior y en el próximo, los ciegos describen todo lo fundamental mientras los videntes se lo creen.

miércoles, 9 de marzo de 2011

Libre

La única alternativa para llegar a ser completamente libre es no ser.

jueves, 3 de marzo de 2011

Creencias

En cuestión de creencias, cuanto más absurdas mejor.
Si dices que Dios existe, inmediatamente surgen millones de almás cándidas dispuestas a jurar que lo han visto. En general se define como una cuestión de fe.
Si dices que la niña de dos meses, sordomuda de nacimiento, ha confesado, tras arduos interrogatorios, haber sido víctima de repetidos tocamientos deshonestos por parte de su padre... ¡eso se lo cree hasta Dios! Se define como cuestión de fe y esperanza... esperanza en quitarse de enmedio a un marido que ya está estorbando y despojarle hasta de la respiración.

Curioso

...y muy curioso, ciertamente. Me he dado cuenta de que, a veces, quien dice ser tu amigo, piensa que te hace más favor volviéndote la espalda. Y se siente, entonces, más amigo todavía.
...muy curioso, efectivamente. Me he dado cuenta de que, en ocasiones, quien dice ser tu amigo no te tiende una mano cuando estás cayendo hacia el fondo, y piensa que eso es lo mejor para ti.
...extremadamente curioso. Me he dado cuenta de que, en infinidad de casos, amistad e interés momentáneo son términos que se confunden.

Pregunta

A veces me pregunto: Si los motores básicos instintivos del ser humano son, desde los albores de los tiempos, en sus formas más visibles o encubiertas, rudas o elegantes, el Sexo y la Violencia... ¿qué hago yo aquí sin practicar ninguno de las dos?

miércoles, 2 de marzo de 2011

Cuestión de manchas

-¿Qué? ¿No tienes nada que hacer?
-Si, pensar.
-Dirás pasarte el día despatarrado en el sofá...
-Si tú quieres llamarlo así...
-No es que yo quiera...
-Entonces supongo que, por algún motivo, te sentirás obligada. Te comprendo. Sabes que siempre te comprendo.
-Tú no comprendes un pijo, capullo.
-No, si te he de ser sincero no comprendo un pijo. Por eso pienso. Trato de entender.
-Piensas... piensas... me vas a decir que estás pensando... a mi, a la muá... Mira, lo que no aguanto más es verte siempre ahí en el sofá sin hacer nada.
-...
-¿Qué? ¿No me has oído?
-Si, perfectamente. Has dicho que no aguantas verme en el sofá.
-¿Entonces?...
-Entonces, ¿qué?
-¿No tienes nada que responderme?
-Bueno... realmente si. Pienso que debes padecer algún problema psiquiátrico de difícil solución cuando no soportas ver a una persona sentada en un sofá. Pero no tengo ni idea de cómo se llamará eso.
-¿Qué?... ¡Es que no me lo puedo creer!...
-Pues mira, resulta bien visible. Estoy sentado en un sofá. Y tú no lo soportas. No es problema de fe, es una evidencia. ¿Qué más quieres que te diga?
-No, si no quiero que me digas nada...
-...
-Vamos, una aquí hecha una cabrona para esto...
-...
-¡Y tener que aguantar las gilipolleces de este que dice que está pensando!...
-...
-¿No dices nada?
-Me has dicho que no quieres...
-Mira, ¡le vas a tomar el pelo a tu madre, porque lo que es a esta que suscribe ni mi padre me lo toma!
-Pero, vamos a ver... no intento tomarte el pelo.
-¡Sólo faltaría! Es que te mato, vamos, ¡te mato!
-Lo se, lo se... por eso pienso.
-¿Me vas a decir ahora que por eso piensas?...
-Exacto.
-Ya es que me dejas perpleja. Me he perdido.
-Normal en ti, cariño.
-Menos sarcasmo, ¿eh?... el sarcasmo te lo guardas.
-...
-Es que tenía que dar yo con un huevón como tú... aviada va una...
-...
-¿No piensas decir nada?
-...
-¿Te callas?
-...
-¿Y se puede saber en qué cojones estabas pensando?
-Naturalmente. Yo no oculto nada.
-¿...?
-...
-¿Y?...
-...
-¿Me lo vas a decir de una puta vez?
-Si te empeñas...
-Me empeño.
-Pues mira, estaba pensando en cómo mancharía menos la alfombra.
-¿La alfombra?
-La alfombra. La que me costó dos meses de trabajo para que tú pisases a gusto.
-Pero... ¿y por qué vas a manchar la alfombra?
-Porque es inevitable.
-¿...?
-...
-¿Inevitable?
-Inevitable. Verás... por mi paz y tranquilidad voy a matarte, pero no se si pegarte un tiro con esta pistola o rebanarte el pescuezo con este machete. No se con qué sangrarás menos... y tengo que pensarlo bien porque la alfombra me la quedo yo.

Los tropiezos

¡Cuántas veces lo habré escuchado!... ¿Cientos?... no, eso es poco, pero olvidé contar las ocasiones. "Hay que aprender de los palos que te da la vida -por generalizar cosas que casi siempre suelen ser particulares-, hay que levantarse después de cada tropezón, y aprender".
Yo he aprendido.
Lo primero que aprendí fue que los palos nunca te los da la vida. Te los da el amigo, el esposo, la esposa, el hijo, el padre, el jefe, el vecino... pero nunca "la vida".
Después aprendí a no creer a los que dicen "te quiero". Siempre te engañan. Porque buscan algo de ti.
Más tarde, memoricé la lección de desconfiar de aquellos que te tienden la mano, por si en la otra tuvieran un palo escondido tras la espalda.
Posteriormente, he asimilado que hay que mirar de reojo a todos aquellos que pretenden acercarse a ti. Nunca sabes qué intenciones traen, y normalmente no son buenas.
Y todavía me siguen diciendo que los palos enseñan a crecer.
Dejémoslo en "enseñan".

Impulso

A veces siento el impulso de escribirle a alguien. De contarle lo que siento. De poner en sus manos mis más íntimos secretos. De darle la llave para que llegue a conocerme. A veces siento el impulso de ser un perfecto idiota.

martes, 1 de marzo de 2011

Decencia

A lo largo de la historia podemos encontrar de todo, desde dioses decentes que nacen, "diosean" lo suyo y se mueren... hasta impresentables que quieren durar toda una eternidad.

Dr. Jekyll y Mr. Hyde

Mientras dioses griegos, romanos, sumerios, egipcios, chinos, incas, aztecas, olmecas, polinesios, germanos, nórdicos y de otras procedencias y extracciones más humildes, hacían la ola cuando Fernando Blanco, capote al hombro y montera en mano, miraba una cuartilla en blanco, uno se ausentaba del acto, debatiéndose en la duda de si le tocaba castigar a cristianos o a musulmanes con alguna guerra santa o cualquier otra putada hacia sus incautos seguidores. Padecía un caso típico e incontrovertible de desdoblamiento de la personalidad. Realmente, lo que hemos tomado por dos dioses ha sido siempre el mismo. Pero él no sabe que yo lo se.