miércoles, 27 de enero de 2010

El machismo que no existía 2

Quiero dejar sentados algunos pensamientos de índole personal para terminar de aclarar el post anterior.
Me declaro en contra de cualquier tipo de explotación, abuso, predominio o tiranía de cualquiera sobre cualquiera.
Reconozco que todavía existen individuos, generalmente -aunque no siempre- del sexo masculino, que golpean, acosan, vejan, insultan, agreden física y sicológicamente al otro sexo. Habitualmente se trata de cobardes que, no sólo practican la degradación sistemática de su pareja, sino que además aún no suelen estar enterados de que un hijo no es un “punching ball” para descargar frustraciones.
Soy consciente de que el plano igualitario todavía no existe o, cuando menos, no en la medida deseable. Y que, en la mayoría de los casos, con grave incidencia en los sectores más humildes y los paises tercermundistas, la víctima de esta falta de respeto básico es la mujer.
Me sumo a todos los individuos -hombres, mujeres o hermafroditas- que tratan de poner fin a estas situaciones terroríficas.
A lo que me opongo rotundamente es a la utilización del término “machista” para descalificar sistemáticamente, sin otra argumentación, cualquier iniciativa masculina que a algunas mujeres -e insisto en lo de algunas- les pueda parecer inapropiada, sin que necesariamente lo sea, hecho que, en el fragor de la lucha, se ha dado con demasiada frecuencia.
A lo que me opongo con todas mis fuerzas es al uso ventajista de los elementos de control social, encarnados básicamente en la justicia y en los medios de comunicación, que parecen estar acojonados ante la mínima posibilidad de ser tildados de machistas y se han escorado hacia todo lo contrario, entrando de lleno en la injusticia más palmaria.
Acompaño esto con el conocimiento de testimonios de los propios jueces -e infinidad de abogados- que, lamentablemente, no se recatan en expresar sus quejas de tener que cometer injusticias de forma continuada en el ejercicio de su labor, lamentando que las leyes se hayan decantado de forma tan desigual hacia uno de los sexos: el femenino. Hemos pasado del predominio del macho al de la hembra, sin aprobar la asignatura de la equidad. Y, al final, tan malo es uno como el otro.
Me opongo a que la original y legítima lucha por la igualdad se haya convertido en una lucha por la preeminencia total y absoluta.
Me opongo a que si una mujer acusa, como está sucediendo continuamente, al marido de violencia, de abusos, o de ser maricón -con mi profundo respeto al homosexual, al que deseo la potestad de ejercer su derecho como cualquiera- no necesita ni probarlo ante el juez, mientras que si un hombre acusa a su mujer de ser comerciante de sus carnes, aunque tenga testimonios y pruebas fehacientes, al que se le cae el pelo es a él. A una mujer, aunque lo sea, no se le puede llamar puta. Eso es vejación. ¿Por qué?... Si maricón no es vejación, puta tampoco, digo yo... y confieso que, a mi juicio, ser puta es algo maravilloso. Me gustaría serlo. Pero mi físico no me lo permite.
La cuestión, para mi, estriba en trabajar dos frentes. El primero de ellos sería acabar con las actitudes cobardes, miserables, discriminatorias y absolutamente injustas que todavía perviven. El segundo consistiría en lograr una mayor comprensión de unos hacia otros, una tolerancia inevitable hacia los instintos primarios y consustanciales al género que cada uno posee, y que ni se pueden ni se deben negar. Personalmente trato de limpiarme todos los días la capa de “barniz civilizado” con que me han cubierto desde pequeño, pero ni el fairy puede con ella. Algo se va quitando, pero poco.
Definitivamente, me opongo a que nos dividamos gracias a los términos “machista” y “feminista”, en el fondo equivalentes y plenos de ambigüedad y malsana intención.

La sanadora.

Conozco a una sanadora del alma. Puede que haya más, pero yo conozco a una.
Es una persona que ha encontrado un camino personal donde pocos lo buscan.
Una persona que ha superado los obstáculos que nos vamos poniendo unos a otros y ha sido capaz de verse a sí misma. Y, por tanto, de ver a los demás.
Una persona que ama profundamente incluso a quienes la puedan odiar o despreciar.
Una persona que ha convertido la comprensión y el amor a la vida en las dos piernas que la conducen por la senda hallada.
Yo la conozco.
Y hoy, especialmente hoy, en el primer aniversario de mi intento de partir a conocer otros mundos, quiero agradecer infinitamente el hecho de conocerla.
Gracias a ti. Porque eres vida.
Tu hermano.

martes, 26 de enero de 2010

El machismo que no existía.

Quisiera que un alma piadosa, del signo que sea, cargue con el sexo que cargue, me explique con pelos y señales en qué consiste exactamente el machismo. Porque me da que estamos utilizando la palabra como arma arrojadiza ante cualquier mínimo intento de defensa de los derechos inherentes a la mitad de esta sociedad.
No sería necesario remontarse históricamente para, haciendo un análisis aséptico y profundo de sociedades pretéritas, demostrar que jamás ha existido el machismo anteriormente. Cierto que la mujer ha jugado su papel y el hombre el que le ha tocado. Siempre han sido guiones distintos. Pero vamos a ver... situémonos en el siglo XIX... viajecito en el tiempo y ¡zas!, henos aquí... Hombre protector de la familia, caballero con sombrero y levita, mujer con miriñaque y salón de té... ¿Machismo? No. Con el mismo derecho podría yo quejarme de Feminismo. ¡Ay que ver!... ¡Cuánta injusticia!... mientras los hombres tenemos que batirnos y partir a la guerra, mientras debemos administrar las propiedades y meter en cintura a la servidumbre, ellas tan ricamente tomando el té, con sus fastuosos sombreros de plumas de pavo, sin otra preocupación que si Madame Fulané ha dejado de invitar a sus salones a Mademoiselle Mengané... Y, ciertamente, una situación muy acomodada y bien aceptada por aquellas pobres féminas. ¡Sacre Coeur!... ¡Pero si aquí los esclavos somos nosotros! Está claro que si la Señora de Pérez Pi trataba de ocupar un puesto de albañil era un escándalo, igual que lo sería ahora si el señor Pérez Pi intenta pasearse por la calle Mayor con sus partes pudendas bien a la vista, bamboleándose al ritmo de sus pasos. Señoras y señores, señores y señoras, todo esto no es machismo, es costumbre o, mejor dicho, falta de costumbre. Por desgracia, a la mayoría aún le escandaliza todo aquello que no es capaz de comprender. ¡Pena!
Dejemos de jugar a la ironía. El término "machismo" se ha acuñado, en su acepción más conocida, en plena actualidad. Y ha sido un término lamentablemente creado. Porque ha sido una mentira. Siempre han existido palabras para definir las desigualdades que daban ventaja a unos sobre otros.
¿Que las mujeres no tenían, en un momento dado, derecho a una herencia o a disponer de sus bienes sin el consentimiento del marido?... Injusticia. ¿Que algunos hombres pegaban o sojuzgaban a sus mujeres?... Violencia. ¿Que la mujer no podía cobrar lo mismo realizando el mismo trabajo?... Desigualdad. Pero... ¿¿¿machismo??? Me asombra. Y siento algo de confusión cuando escucho el término.
Hay algo muy claro, a mi entender, en la palabra. Constituye una especie de daga para apuñalar a todo el que se oponga a alguna concesión, por excesiva y discriminatoria que pueda resultar, hecha a las mujeres. Las mujeres, por su papel en la historia, han aprendido perfectamente a conspirar. Acusemos, acusemos... y algo quedará. Si machismo consiste en pretender un predominio del hombre sobre la mujer, feminismo debe suponer lo contrario, tratar de alcanzar un predominio de la mujer sobre el hombre... ¿y no es igual de injusto?... ¿y no resulta, al fin, la misma pretendida vejación? El término "machista" nos está llevando al otro extremo. Hoy es la mujer la que se impone. Desde el seno familiar hasta los juzgados. Todo está a su favor. ¿Y todavía hay quien se queja de machismo? Desengañaos... estamos en una situación de irrefrenable feminismo, en muchas ocasiones incluso irracional.
Si continuamos con la palabra maldita, he de confesar que conozco a muchísimas mujeres "machistas" y se de muchas más. Personas que piensan no en términos hombre-mujer, sino en individuos. Cada uno con su rica diferencia, pero iguales en esencia. Esa es la postura, según lo que alcanza a dilucidar mi pobre mente solitaria. Individuos que sean capaces de compartir este mundo. Acabemos con la guerra de sexos, que bastantes guerras tenemos ya. Olvidémonos del absurdo término "machismo". No sigamos dividiendonos con algo que no existe. Tratemos de compartir este mundo, y de no buscar más pelea. Y si queremos desahogarnos, llamemos todos juntos "pajilleros" a los monos. Seguro que no les hacemos tanto daño ni creamos tanta división.

Los falsos misticismos. Continuación.

He estado pensando... y puede que sí haya sido dios el creador de la vida. Siempre que se haya metido en la cama con mi mujer mientras yo estaba trabajando. ¡Qué jodío!... Le pienso poner las peras al cuarto a esa creación de cuatro pelagatos que, en estado evidente de alucinación colectiva, parieron un ente que les permitió acceder al poder y a la manipulación sin medida. Voy a decirle cuatro cosillas en cuanto vaya al cielo. Porque voy a ir al cielo, de eso que no os quepa duda. Yo soy libre de ir a donde me salga de los mismísimos. Y, para empezar, con toda mi crudeza, con toda mi impiedad, le voy a decir que no existe... a ver si deja de dar el coñazo y de autorizar a la aterradora organización de estilo mafioso que lo representa en la tierra a que cometa los más execrables latrocinios sin que nadie le pare los pies. Suerte tienen estos capos con capelo de que la mayoría de los que aquí los sobrellevamos somos unos mansitos.

Los falsos misticismos.

No es dios el que da la vida. Es el Semen.

lunes, 25 de enero de 2010

La maldición

El deseo es la maldición. Es el castigo que le impuso aquel dios al incauto Adán. Es el estigma que arrastramos y que nos arrastra. Es el ancla atada al cuello que nos mantiene en el fondo del río.
El deseo es lo que nos hace ser lo que somos: hombres. Sin el deseo volveríamos a ser dioses.

Lo que es, no es.

Dado que la realidad es una idea subjetiva y carente de elementos sólidos que la sustenten como existente, nuestro conocimiento acerca de tal realidad es también inexistente. Si esto es así, cualquier concepto que podamos tener sobre ella, es falso. Esto sólo conduce a un resultado: Nos movemos en una mentira que no existe. Entonces, ¿para qué tanto montaje socio-político-humanista que nos hemos inventado?... ¡Estamos listos!

domingo, 24 de enero de 2010

La mirada

Miré a mi alrededor y sólo vi desolación.
-Tal vez es mi mirada- pensé.
Dejé pasar el tiempo. Dejé que mi mente creciese. Dejé que mi corazón se ensanchase... y volví a mirar. Sólo vi desolación.
-Tal vez la desolación no sea tan mala- me dije.
Dejé pasar los meses. Dejé que mi mente llegase a nuevos niveles. Dejé que mi corazón me guiase... y volví a mirar. Sólo vi desolación, pero ya era una desolación envejecida, cercana a la muerte, próxima a ser enterrada para dejar paso a la esperanza.

sábado, 23 de enero de 2010

Curioso

¡Qué curioso! La verdad, a fuer de sincero, no lo imaginaba. Vistas como se consideran hoy en día las cosas, estaba totalmente fuera de mi capacidad de previsión... ha sido una sorpresa absoluta. Creo que se trata del artículo 81 del Código Civil. Señores, la infidelidad dentro del matrimonio es delito. Así, como suena. ¿Quién lo diría?... De modo que si vuestra esposa o vuestro marido se lo está montando con otra persona... ¡¡¡ al juzgado !!!
Ahora me surge la duda... ¿es delito en ambos casos o sólo cuando el adulterio lo comete el hombre? Porque, en la tiranía feminista en que nos desenvolvemos... ¡vaya usted a saber!

miércoles, 20 de enero de 2010

Y aquí... ¿qué?

Nuestro inefable Zapatero ha dado una conferencia en Bruselas para explicar a todo el orbe cómo salir de la crisis. Ha reconocido 8 millones de parados producidos por la adversa contingencia en la Comunidad Europea, de los cuales, algunos de ellos (y yo he pensado en un lapso lingüístico) se han dado en nuestro país. No se qué comentario hacer al respecto. Se me ocurre que Zapatero le está sacando varias cabezas de distancia al rey Fernando VII en la carrera hacia la ineptitud suprema.

viernes, 15 de enero de 2010

La palabra

La palabra no es más que una mentira. Pero dado que lo es, estoy mintiendo.

jueves, 14 de enero de 2010

Sensación

Ahora que me he dado cuenta, resulta que soy inmensamente rico. Tengo un pensamiento libre, toda una vida por delante y un paquete de tabaco.

martes, 12 de enero de 2010

María del Poliedro Sincimbel

Novela por entregas - Parte I.

Admito que esta es una historia triste, pero así fue como llegó hasta mi y como yo la transmito para que sus ejemplares circunstancias sean del conocimiento de todos. Se trata de una historia digna de ser llevada al cine sin duda, con incontables efectos lacrimógenos, -delicia de casi todos- dado el sufrimiento que encierra y, también, el que deja en libertad. Esta es la historia, no por más esperpéntica menos verídica, de María del Poliedro Sincimbel, virgen y mártir.
Había nacido esta pobre muchacha con una desusada cara de notaria, o tal vez era que estaba estreñida en el momento de venir al mundo. No estoy muy seguro de eso, pero el caso es que había nacido, y que el estreñimiento, como efecto secundario de su alumbramiento, no se le pasó nunca.
Desde su más tierna infancia creció entre las mofas y los escarnios de sus crueles compañeros de colegio. Le pusieron todo tipo de motes, apodos que pretendían vilipendiarla sin piedad, pero el que cuajó, definitivamete, fue el de “paloescoba”, y todo porque esta pobre jovenzuela ya comenzaba a mostrar los primeros síntomas de lo que luego fue diagnosticado como “inflexibilidad cerebroinducida” por todos los eximios especialistas a los que consultó. Dicho sea de paso, también consultó a los no eximios.
María del Poliedro Sincimbel -a la que todos comenzaron a conocer por Maripoli, pero como sonaba demasiado a comisaría, terminaron llamándola Maribel- sobrellevaba lo suyo con estoicismo. Tan en serio se tomó lo del estoicismo, que comenzó a fruncir los labios incluso para comer, por lo cual, ante la imposibilidad de introducir el alimento en la boca sin desfruncirlos -cosa impensable-, fue cayendo en una espiral imparable de anemia lóbulocefálica de la que nadie la pudo sacar. He de reconocer que tampoco fueron muchos los que lo intentaron. He oído decir que uno… una vez… pero no está confirmado.
Cuando era todavía una joven huyendo de la pubertad, se le declaró una sintomatología de dermartritis galopante. No podía mover la piel de la cara, con lo cual su aspecto de estreñida o notaria, que lo mismo da uno como el otro, se acentuó notablemente. Acudió, a raiz de tan inesperada desgracia a todos los dermartrólogos conocidos, e incluso a los desconocidos. Después de incontables consultas, alguien le facilitó el nombre de un doctor bielorruso que tenía fama de obrar milagros. Y no lo dudó. Se plantó en Bielorrusia, donde nada más aparecer, todos los niños, crueles e impíos, de los colegios ante los que pasaba comenzaron a llamarla “stolichnaya” (paloescoba en bielorruso).
Sin arredrarse ante las dificultades, nuestra heroína alcanzó la consulta del doctor. Éste, tras examinarla concienzudamente y pedirle que se desnudara -a lo cual ella pudorosamente se negó- le aconsejó, como único remedio viable, hacer el amor.
El shock de María del Poliedro Sincimbel duró una eternidad y media. Hay que tener en cuenta que, en Bielorrusia, cada eternidad dura unos 4,73 minutos al cambio. Depende de la Bolsa, claro.
María del Poliedro bajó las escaleras y, tras dar sus primeros pasos fuera de la consulta tropezó, causalmente, con un afgano que tenía cita con el veterinario. Para su gato, naturalmente.
La Santa María se prendó del nativo de Afganistán y lo demostró confiriendo a sus labios fruncidos una mueca levemente torcida hacia la izquierda que quería decir “te amo”. No obstante, como el afgano no entendía el español, ante la perplejidad que mostraba el individuo, María del Poliedro se arrojó en sus brazos musitando un exorcismo para matar al gato que se interponía entre ella y el amor de su vida.
El afgano, que en un principio no se mostró remiso a los excesos repentinos de María del Poliedro, cuando notó que su gato agonizaba se excusó brevemente y aceleró el paso hacia la avenida Estalin Pio, donde se hallaba el médico de su mascota.
Rechazada una vez más, Maribel derramó sus más amargas lágrimas por dentro. Por dentro de la ropa, quiero decir. Vamos, que el sostén y las bragas se le empaparon completamente.

Palabrita del niño jesús que continuará...

Elogio de la duda

Dudas, luego piensas.
Piensas, luego callas.
Callas, luego aprendes.
Aprendes, luego conoces.
Conoces, luego desconoces.
Desconoces, luego dudas.

lunes, 11 de enero de 2010

La luna

Cada vez que la luna se vuelve caprichosa, eclipsa al sol.

domingo, 10 de enero de 2010

Alzheimer

Siempre que, sin querer, intento salir de mi presente, se me olvida recordar mi pasado. Bendito Alzheimer.

sábado, 9 de enero de 2010

Amo

He de confesar que estoy enamorado. Perdidamente. Ilógicamente. Desestructuradamente.
No se si este inmenso amor ha nacido hoy o si, por el contrario, ya estaba enamorado antes de nacer. El dato lo desconozco. Pero no es algo que me importe.
También desconozco si es hombre, mujer, nube, yerba, paloma o idea. Pero eso, igualmente, carece de relevancia. Porque sé cómo es el objeto de todo mi amor. Porque nada de él se me oculta. Porque vivo a su lado y forma parte de mi. Porque me deja que me ame yo mismo y no pretende que lo quiera más a él. Porque cuando lo hago bien me quiere y cuando lo hago mal también. Porque me convence todos los días de que me perdone por mis errores y no me envanezca demasiado por mis triunfos.
Ese amor alimenta mis dudas y arrebata mis certezas. Ese amor me da la incertidumbre y me quita la convicción. Porque me hace ver que estar convencido de algo es otro camino hacia el desconocimiento y que la incertidumbre es un alimento con todas las vitaminas esenciales para el espíritu. Porque las dudas abren puertas y las certezas las cierran.
No se quien es, ni qué es... pero estoy enamorado sin remedio. Sin cura. Sin solución.
Estoy imperfectamente enamorado. Me quiero.

viernes, 8 de enero de 2010

En preparación...

LA ESPERPÉNTICA Y VERÍDICA HISTORIA DE MARIA DEL POLIEDRO SINCIMBEL

¡¡¡ Muy pronto en este blog !!!

¿¿¿ En exclusiva ???

Michael

Michael Jackson ha muerto. Y ha muerto con el estigma de haber sido acusado de pedofilia. El que más, el que menos, muchos recordarán la intensa campaña mediática que se montó cuando le acusaron. Días y más días, meses y más meses escuchando “lo de Michael Jackson”... ¿oye, es que no te has enterado?... Que si, que Michael Jackson es pedófilo... ha abusado de un niño... ¡qué cabrón hijo de puta maricón de mierda desgraciao!... Un niño, joder, que se trata de un niño... ¿Es que no quedan escrúpulos en este mundo?...
Pues no. Los que así decían tenían toda la razón. No quedan escrúpulos entre los que acusan. Porque ahora resulta que el padre de ese niño se ha suicidado -a pesar de todos los millones que le había sacado al cantante- y el niño ha confesado que se trató de un montaje para sacar dinero. Y los mismos medios que pasaron meses viviendo del escándalo, han comentado brevemente la noticia y sanseacabó. Esto no resulta tan “vendible” como aquello. Y a Michael Jackson que le den por culo en su tumba.
Es muy sencillo destruir una reputación, un nombre, una imagen... basta con un poco de mala leche. Pero es muy difícil recuperarla. De hecho, cuando alguien te acusa, aunque sea de forma gratuíta y sin aportar elementos fiables, eres culpable. Y si tú tratas de defenderte, aportando hechos y elementos que contradicen la acusación, sólo estás tratando de justificarte.
¿Por qué hemos renunciado a considerar a la persona como merecedora de lo que todos defendemos a la hora de pronunciarnos públicamente? ¿Por qué arrebatamos de esta forma la presunción de inocencia?
Hay gente que vive dando una imagen que se considera muy correcta y actuando como víboras al acecho. Hay gente a la que su imagen le trae sin cuidado, pero luego se compromete con su conciencia y con la verdad. Todos estamos en fase de aprendizaje, pero por desgracia, no todos queremos aprender con el mismo afán de mejora. Los hay que avanzan y los hay que prefieren quedarse anclados en una vida cómoda, una vida que no les exija pensar. No se dan ni cuenta de que tendrán que hacerlo algún día. Porque entre todos nosotros existe una conciencia colectiva que cada día va siendo más evidente para muchos. Poco a poco todos nos vamos dando cuenta de que estamos siendo manipulados y llevados hacia donde les interesa tenernos a los que componen el grupo de poder que todo lo decide. Nos vamos enterando de que estamos siendo tratados como esclavos. Estamos siendo capaces de ver la oscuridad que nos ha rodeado siempre, y una vez vista esa oscuridad es cuando nos decidimos a encender el mechero. Porque queremos ver.
Por todo ello, la ignorancia, y especialmente la ignorancia asumida y acomodaticia, es el pecado que condena a la esclavitud. Aquellos que no vean seguirán siendo esclavos siempre. Y la máxima aspiración de su vida será disfrutar con la noticia de que Michael Jackson era pedófilo. O de que Sadam Hussein tenía armas de destrucción masiva y nos la iba a montar bien gorda, que masacraba a su propio pueblo, que era un tirano al que todos sus súbditos querían ver muerto... todo eso que se ha dicho hasta la extenuación y que nadie se ha molestado en contrastar. Yo no se si Sadam era así o no era así, pero no he podido hablar con él y escuchar su versión. Por lo tanto, no puedo hacer otra cosa, en conciencia, que mantener mi escepticismo sobre este tema.
La máxima meta que se marcan estos esclavos es la de mantener su status de cómoda esclavitud y no permitir que ni dios se lo toque, que con sus barbacoas son muy felices.
Personalmente, Michael Jackson no ha estado nunca entre mis favoritos, musicalmente hablando. Y Sadam nunca me ha llamado la atención por nada en especial. Pero han sido hombres alcanzados por las flechas envenenadas de los esclavos del sistema. Han sido hombres tratados con injusticia. Hombres a los que no se les ha permitido defender su verdad. Y, por ello, tienen todas mis simpatías.
Cuando pretendáis acusar, vosotros, los esclavos, los que acusáis por principio... acordáos de Michael Jackson.

jueves, 7 de enero de 2010

Políticos

El político, por su propia naturaleza, está diseñado para mentir sin escrúpulos, construído para embaucar sin medida, y además es lo menos político que te puedas echar a la cara.

Buitres

La buitre le dijo al buitre:
- Por aquí huele a podrido. ¿No te habrás vuelto a comer algo en descomposición?
Y el buitre respondió:
- Jolín, ya me has pillado otra vez.

Buenos dias

Esta mañana he cumplido mi veintemilésimo nonacentésimo nonagésimoprimer nacimiento. Y lo he celebrado con un saludo a las nubes, dado que el sol no había venido a recibirme.
Esta mañana he mirado, antes de irme, en la habitación de mis hijos y los he visto habitando todavía un país de sueños ilimitados y libres.
Esta mañana he bajado hasta la lluvia y he vuelto algo más breve el camino que debían recorrer muchas de esas gotas.
Esta mañana, como todas las mañanas al nacer, me he reido por dentro.
Esta mañana he pensado:
Al que me quiere, buenos días.
Al que me odia, buenos días.
Al que le resulto indiferente, buenos días.
Al que me ataca, buenos días.
Al que me defiende, buenos días.
Al que me ayuda, buenos días.
Al que me pone las cosas más difíciles, buenos días.
Al que se implica en los problemas de los demás, buenos días.
Al que pasa de todos, buenos días.
Al que piensa, buenos días.
Al que no piensa, buenos días.
Al que se divierte, buenos días.
Al que sufre, buenos días...
Esta mañana les he deseado, a todos mis hermanos del universo, los buenos días.

miércoles, 6 de enero de 2010

Me han contado que...

Lo se de buena tinta... porque me lo contó el vecino del quinto, que tiene toda mi confianza desde hace tres semanas, el tiempo que lo conozco... me consta sin duda alguna... porque me lo ha dicho la frutera y ella nunca se equivoca... Me han contado que...

Todos los hombres maltratan a las mujeres.
Todos los pájaros defecan en tu cabeza.
Todos los coches atropellan personas a diario.
Todas las canciones cuentan la misma historia.
Todos los niños se mean en la cama hasta los 16.
Todas las putas van a ir al infierno.
Todas las madres de familia van a ir al cielo.
Todos los drogadictos son unos degenerados.
Todos los malos estudiantes acaban pidiendo en una esquina.
Todos los profesores son puras almas vocacionales.
Todos los borrachos mueren de cirrosis.
Todos los italianos comen y cenan spaghetti diariamente.
Todos los japoneses la tienen muy cortita.
Todos los que piensan están equivocados.

Me encantan las personas que siempre comienzan sus parlamentos por un "Me han contado que..." Y es que jamás se equivocan.

martes, 5 de enero de 2010

La guerra

Una anaconda se lanzó desde una rama sobre un tigre desprevenido. El tigre, tras el sobresalto inicial, le dijo a la anaconda:
- Anaconda, actuemos sin violencia. No quiero guerras.
La anaconda siguió apretando.
- Anaconda, por favor, ya sabes que en las guerras todos perdemos.
El abrazo de la anaconda se fue haciendo más fuerte. En sus últimos boqueos, el tigre, que era un buen tigre, suplicó:
- Anaconda, esto no nos lleva a ninguna parte. Te repito que no pienso entrar en guerra contigo.
La anaconda dió su último apretón y quebrantó los huesos del tigre. Antes de comenzar a tragarlo musitó, moviendo su lengua bífida:
- No te preocupes, tigre, mientras no te resistas no tendremos guerra.

Dedicado, con inmenso cariño, a mi hermana.

lunes, 4 de enero de 2010

ENCUESTA

-¿Qué les regala usted por reyes a sus hijos?
-Yo siempre juguetes educativos.

SILENCIO PERPLEJO

¡Por favor, que alguien le dé dos ostias a esa señora! A ver si aprende que juguete y educativo son dos palabras incompatibles.

Copias

Todos nacemos originales y todos morimos copias (Carl Gustav Jung)
De vez en cuando, para variar, deberíamos leer a alguien que tenga algo interesante que decir. O, para empezar, de vez en cuando deberíamos leer, sencillamente. El libro es un medio para compartir el conocimiento. Para convertirlo en universal. Quienes se niegan a acceder a esa fuente están, en principio, renunciando a su libertad, a su facultad de elección. La ignorancia es el único pecado genuíno que pesa sobre el hombre. Todos los demás no son más que "gaitas" inventadas por sistemas que pretenden y, casi siempre consiguen, el control absoluto de nuestros comportamientos. La ignorancia es el primero y más importante de los pasos hacia la esclavitud.
Pobre Jung. Tratando de avisarnos del peligro de aceptar una educación, socialización, uniformidad en fin, que no nos deja ser más que copias de todo aquello que nos han enseñado a considerar deseable. Todos tenemos la sensación de ser únicos. De hecho, deambula por ahí un bonito consuelo, esa frase que nos da las palmaditas diciendo que cada ser humano es algo único. Y yo difiero. Eso no es más que una manipulación, una burda mentira. Eso es lo que os han hecho creer. Pero ser único implica más cosas, y bien distintas, de lo que habitualmente pensamos que debe ser nuestra vida. Ser único conduce a apartarse de todos los caminos trillados y allanados por todos los que antes han pasado por ellos. Ser único te obliga a buscar tu propio camino individual. Pensando hacia dentro. Adquiriendo la conciencia de que todos constituimos una mente universal a la que cada uno debe aportar su pensamiento propio y distinto. ¡Pero qué aburrido el que lo único que es capaz de aportar es exactamente lo mismo que tres mil millones de personas más que ni conoce! Eso sólo lleva al estancamiento, y ese estancamiento es el inicio de la regresión, en su peor acepción. El que quiera ser cangrejo tiene toda mi misericordia, pero nunca mi respeto.
Aprendamos a ser únicos, a no morir como copias. Aprendamos a pensar y a decidir por nuestra cuenta, y no a creer que estamos manejando con propiedad nuestra vida. Aprendamos a arrojar a los abismos toda la basura que nos echan encima cada día con "eso" de la integración. Pero, vamos a ver... ¿quién es ese lastimoso ser que necesita de la integración para sobrevivir en una sociedad monótona y degradante? El que no es consciente de todo lo propio y singular que lleva dentro desde que nace. El que renuncia a ser él mismo con tal de que los demás le sonrían y le aplaudan por lo bien que lo hace todo. El que vive a gusto escogiendo una vida de esclavo.
Lo siento, Jung, pero esto es así. Todos nacemos originales, pero tenemos prisa por renunciar a esa singularidad para convertirnos en anónimos y morir sin haberle dado nada a la vida.