martes, 26 de junio de 2012

Sin título

Ah, vosotros... libertad, educación, consideración, respeto, nobleza, honestidad, amabilidad, grandeza, pensamiento, dignidad, generosidad... ¡y tantos amigos como creía yo tener!... ¿Dónde os habéis metido todos?

sábado, 23 de junio de 2012

En defensa del "yo"

Quieren -y son muchos- eliminar el "yo". Persiguen -y son legión- borrar el "ego". Aspiran -y son tontos- a alcanzar la perfección, pretendiendo encontrarla. Pero no se dan cuenta de que el ser humano es, por naturaleza, imperfecto. El ser humano debe padecer el dolor, la frustración, la insatisfacción, la pena... o no sería "humano". El hombre alcanza la perfección con la muerte, el único estado que no admite el afán de búsqueda y mejora. La única situación en la que no es necesario avanzar. La única forma que es como es, y no anhela ni necesita cambiar. Pero la vida... la vida es crecimiento, aún en erradas direcciones. La vida es lucha constante entre egoismo y entrega. Dejemos que siga la lucha, que de ella siempre surge la grandeza.

domingo, 17 de junio de 2012

El genocidio

No, no voy a referirme a nazis, ni a polacos o rusos realizando pogroms antijudíos cada vez que se cabreaban. Aunque el título parezca conducir en esa dirección, no, no voy por ahí... Hoy me refiero a los campos de concentración de este siglo: tu casa y la mía.
Adolf y sus acólitos fueron tan poco sutiles que la historia acabó condenándolos, y en el fondo creo que no fue por asesinar a tanto judío y a tanto gitano, sino por hacerlo de forma poco civilizada.
Aquello de las ametralladoras, el zylon B, los hornos crematorios... ¡era tan burdo! ¡Era tan descortés lo de encerrar a todos los condenados en espacios mínimos y con pijamas a rayas! ¡Resultaba tan inconveniente lo de que los "conquistadores" tuviesen que encontrarse con tan desagradables escenas al entrar en los campos!... ¡Aquellas fosas comunes tan atiborradas!...
No. Hoy hemos evolucionado a mejor. No voy a decir que espiritualmente, porque no sería verdad. Pero sí en los medios a utilizar. Nada de balas o gases. Nada de golpes o tenebrosos hornos. Hoy el genocidio se puede hacer sin necesidad de tanta sangre. Hoy se puede matar de hambre a todo el que sobra sin tanta violencia explícita. Hoy tenemos a los especuladores financieros. El resultado es, si no igual, incluso más eficaz. Pero no existe comparación. La elegancia es infinitamente mayor.

viernes, 8 de junio de 2012

¡Cielos!

Eso exclamé yo, aturdido, cuando una pitonisa me auguró tal destino. "Es usted una buena persona y se ha ganado el cielo"...
Pensé que andaba muy errada y se lo dije. "Me temo que se equivoca. Nunca he sido bueno".
"No se preocupe. El cielo lo tiene ganado".
"Pero es que... sí me preocupo. Yo no quiero ir al cielo".
La dentadura de la pitonisa se descolgó bruscamente y la mano con la que profetizaba se quedó sin fuerzas y sin ojos, de modo que cayó sobre el ungüento de malvavisco que vendía a 60 euros el tarro.
"Se lo explico, señora, que la veo muy próxima a la delicuescencia"
(Que le pregunten a Jack que entiende mucho de "delicuescer")
Este mundo, pedo del universo, además de que hiede, aburre. No sabe moverse si no es en ciclos cerrados. No se le ocurre nada nuevo. Y yo ya me he aburrido demasiado. Cuando finalice mi contrato no quiero pasarme el resto de la eternidad mirando el resplandor de nadie, ni oyendo cómo los que le rodean tocan el arpa de forma sublime. Una visita de hasta diez minutos no la rechazaría, pero una eternidad... jamás, señora, jamás. Yo quiero ir con los malos. Quiero ir con los que beben y fornican sin mesura. Con los que manejan cuchillos y navajas con virtuosismo de ángeles cuando se ponen a tu espalda. Quiero estar junto a todos aquellos que, en vida, acudían a misas y otros menesteres con los que pensaban ganarse algo, a pesar de sus negras intenciones, para ver sus caras que, estoy convencido, serán auténticos poemas. Y quiero ir con Van Gogh, y ayudarle a cortar orejas para su colección. Quiero estar calentito en invierno, pero en pelota picada. Quiero que la más "santa" de las mujeres me haga una garigolla... porque no dude usted, señora mía, que las "santísimas amas de casa" van a estar todas en el infierno, y al cielo sólo irán las putas, porque esas sí que se lo han "ganao".
Señora, me preocupa lo que me dice, y si no cambia el dictamen no vuelvo por aquí. Ir al cielo... ¡Cielos!

miércoles, 6 de junio de 2012

Hoja de reclamaciones

Reclamo, con toda mi mala leche y caiga quien tenga que caer, el derecho a la pervivencia del vilipendiado "ego". La muerte inmediata y dolorosa de todos aquellos que tratan de eliminar la visión distorsionada que tenemos de nosotros mismos. No todo va a ser follar, que dijo Krahe. Está muy bien el lado más espiritual del ser humano. Lo admiro y trato de congeniar con él. De hecho, a veces hasta estamos de acuerdo. Le doy de comer siempre que puedo y le dejo dormir a mi lado. Pero el ego también es mío, y como estoy mediatizado por él, lanzo mis más execrables maldiciones a todos los que traten de despojarme de su problemática compañía. Entre otras cosas, porque sólo los problemas pueden conducirme a la estratosfera, y si me quitáis mi fuente de problemas, ¿qué me queda?... ¡Por Dios, el aburrimiento supremo!