jueves, 26 de julio de 2012

Esa gelatina...

La mentira. La mentira de la palabra. La mentira del sentimiento. La mentira del pensamiento... ¿Cómo puede ser en un espacio tan limitado una mentira tan infinita?
La mentira, esa gelatina que nos envuelve y hace papel de útero protector... una gelatina que sólo nos permite ver sombras a su través, sombras sin forma, a las que nosotros ponemos nombre y damos entidad. Pero por más que se la demos, seguirán siendo sombras. Porque aquí, entre nosotros, sólo es verdad la mentira.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Nada más cierto.
Porcontrapunto.